Creadores de paisajes

El pasado día 11 de noviembre, sábado, en la Fira de Muntanya de Vic tuve el placer de compartir la charla “Cicloturisme: evasió, viatge i paisatge”, con Sergi Fernández (@conunparderuedas) y Nuri Galbe (@bikesketching). Cada uno de nosotros expuso su aproximación a la actividad cicloviajera, pero los tres coincidimos en la relevancia que poseen los paisajes en esta forma de viajar que, por su lentitud y autonomía, contiene una extraordinaria actitud contemplativa.

El paisaje lo es todo y nada a la vez. Su ausencia o presencia depende únicamente de la mirada y sensibilidad de quien contempla el territorio. «El alma del espectador», escribió el filósofo alemán Georg Simmel a principios del siglo pasado, «instaura el paisaje.» Así pues, el paisaje no es más que una construcción mental que ordena los elementos presentes en el territorio y enmarca una perspectiva para crear, gracias al filtro emocional del espectador, una imagen cargada de sentido poético. Los paisajes, bajo esta óptica, son únicos y se convierten en incontestablemente personales e intransferibles. Cada uno crea -o podemos crear- nuestros propios paisajes. Sin embargo, para conseguirlo, es necesario transitar con delicadeza, con los sentidos dispuestos y con una predisposición a la permeabilidad que permita al territorio calar dentro de nosotros.

La bicicleta es, si me permitís la osadía, el mejor auxilio: suficientemente lenta para captar escenas, olores y matices cromáticos, variaciones de luz y cambios ambientales por mínimos que sean. En bicicleta, el/la ciclista adquiere una porosidad que se incrementa con el esfuerzo físico y acentúa la percepción de los paisajes, como si la aceleración del ritmo cardíaco y respiratorio saturara los colores, magnificara formas y dejara penetrar en nuestro interior la esencia de las geografías visitadas. Quien viaja en bicicleta se empapa del territorio y produce en cada pedalada paisajes emocionales. Y así el/la cicloturista se mezcla, en un proceso simbiótico, con el territorio: se convierte en geografía, geografía pedaleada.

En cambio, cuando el cicloturismo se somete al autoritarismo inflexible de un track y de su GPS, se vuelve sordo, ciego, autista y desconecta del territorio. Si algún día soy víctima, permitirme que me dedique al spinning; al menos me ahorraré pedalear contra el viento.

Eliseu T. Climent (@etcliment)