¿Cómo planificar una travesía?

Las travesías en bicicleta son cada vez más comunes entre los amantes del ciclismo que también buscan algo de aventura. Cuando hablamos de aventura, a menudo también hablamos de no tener ningún plan, y es que la libertad de poder improvisar no puede superarse. Sin embargo, y aunque pueda parecer contradictorio, hay una parte de planificación que siempre debe hacerse antes de empezar a pedalear.

La época del año, las temperaturas mínimas y la previsión meteorológica de aquellos días, así como las opciones de pernoctación y alimentación, incidirán directamente en el material a escoger. No es lo mismo vivaquear, acampar o dormir en alojamientos, como tampoco es lo mismo querer gozar de la cocina al aire libre, de ser autosuficientes, o de un plato de restaurante. Estas decisiones condicionarán poder ir más o menos ligeros y también la distribución de kilómetros diarios para llegar a un lugar ya fijado o no.

Los puntos de agua durante la ruta y las opciones para comprar comida también deben valorarse para determinar los tramos más salvajes. Nunca te quedas sin agua y comida hasta que te confías, y no es un dicho, es un hecho. Las etapas diarias deben ajustarse a las capacidades físicas de cada uno y también al terreno, y aquí las comparaciones no valen si lo que queremos es disfrutar de cada kilómetro. El presupuesto que tengamos para la aventura, aunque lo haya dejado para el final, es un tema importante que acabará determinando, en parte, la duración y la forma de la travesía.

Completar con éxito y una sonrisa, una travesía sobre ruedas, dependerá de una buena planificación en los aspectos mencionados y también de nuestra capacidad de adaptación. Y es que si hay algo que tampoco es un dicho sino un hecho, es que los planes cuando te mueves en bicicleta no suelen cumplirse.

Sònia Colomo @soniscs 

Physiotherapist – adventurer – Bikepacking @wheelprintstories